sábado, 5 de mayo de 2007

Es un idiota

”Went to the doctor”
Nothing Compares to You

Sidnead O’connor

Me llevaron al doctor. Fue una idiotez, yo no quería ir, pero apareció papá a la salida de la escuela y no pude negarme. Al principio me alegré de verlo, ya sabes, desde el divorcio viene poco por casa. Sin embargo él ni me saludó, se quedó allí parado mirándome muy fijamente. Dijo que estaba preocupado por mí y que iba a llevarme a la consulta del doctor que le había ayudado con la separación. Suspiré, no me atraía la idea de pasar la tarde hablando de Berta, pero ya conoces a papá, no hubiera servido de nada resistirse. Me senté en el asiento delantero de su coche y ajusté el cinturón de seguridad sobre mi pecho.

Me sorprendió lo joven que era el doctor, con la cara tan morena y bien afeitada. Además, no llevaba bata, como suelen hacer los doctores, si no una camisa blanca remangada hasta los codos. A pesar de las apariencias, tampoco entendía nada. Me soltó el rollo de siempre, ya sabes, que soy muy joven para enamorarme, que salga a divertirme, que no tiene sentido estar deprimido por una mujer. Me aburren tanto esas charlas que le corté.

- No estoy deprimido.
-
Tu padre dice…
-
Mi padre hace meses que no viene por casa.
-
Bueno, sí, -se enderezó sobre la silla- necesita separarse un tiempo de tu madre, para estar más tranquilo, para sentirse mejor.

¿Puedes creerlo, hermana? Aquello sí que no lo esperaba. Solté un bufido y aparté la cara de su mirada. El doctor intentó algunas frases, yo sólo pensaba en largarme, no quería perder más tiempo con él. Alguien que recomendó a papá separarse de nosotros jamás llegaría a entender que Berta era única, que no podré sustituirla por nada; que me encantaba observarla frente al espejo, las piernas largas, la piel brillante de su espalda, mientras se pintaba los labios con ese color cereza que me gustaba tanto. Cómo explicarle que me hacía sentir como un niño lamiendo una paleta enorme… Así que me largué de la consulta volteando la puerta con todas mis fuerzas. Di un portazo muy ruidoso, y la verdad es que me sentí genial haciéndolo. Fue lo mejor del día.