”Went to the doctor”
Nothing Compares to You
Sidnead O’connor
Me llevaron al doctor. Fue una idiotez, yo no quería ir, pero apareció papá a la salida de la escuela y no pude negarme. Al principio me alegré de verlo, ya sabes, desde el divorcio viene poco por casa. Sin embargo él ni me saludó, se quedó allí parado mirándome muy fijamente. Dijo que estaba preocupado por mí y que iba a llevarme a la consulta del doctor que le había ayudado con la separación. Suspiré, no me atraía la idea de pasar la tarde hablando de Berta, pero ya conoces a papá, no hubiera servido de nada resistirse. Me senté en el asiento delantero de su coche y ajusté el cinturón de seguridad sobre mi pecho.
Me sorprendió lo joven que era el doctor, con la cara tan morena y bien afeitada. Además, no llevaba bata, como suelen hacer los doctores, si no una camisa blanca remangada hasta los codos. A pesar de las apariencias, tampoco entendía nada. Me soltó el rollo de siempre, ya sabes, que soy muy joven para enamorarme, que salga a divertirme, que no tiene sentido estar deprimido por una mujer. Me aburren tanto esas charlas que le corté.
- No estoy deprimido.
- Tu padre dice…
- Mi padre hace meses que no viene por casa.
- Bueno, sí, -se enderezó sobre la silla- necesita separarse un tiempo de tu madre, para estar más tranquilo, para sentirse mejor.